Enviado al mail el 17 de marzo
Frente a la crisis del coronavirus ¡nuestras vidas valen más que sus ganancias!
La crisis sanitaria actual producto de la propagación del coronavirus ha demostrado, nuevamente, que estamos frente a un Estado homicida que ha revelado su verdadera cara: ser la dictadura de la clase capitalista sobre el resto de la humanidad. Ni este gobierno, ni ningún otro que se eleve al poder del Estado, velará jamás por el bienestar común de las personas, mucho menos por la salud del proletariado. El gobierno de Chile ya hizo pública su decisión: no tomó y no tomará las medidas realmente necesarias de contención para resguardar el bienestar de la población en general, puesto que tales medidas implicarían una amenaza para que la clase capitalista siga acumulando ganancias. Su “negligencia” e “inoperancia” no es casual: han optado conscientemente por sacrificar a una fracción de la población, la más vulnerable y expuesta a la mortalidad del virus, lxs adultxs mayores pobres.
Ante esta situación extrema hacemos un llamado a quedarnos en nuestros hogares y negarnos a trabajar, realizando de facto una huelga general en todos los lugares que no sean imprescindibles para satisfacer las necesidades básicas de la clase trabajadora, golpeando a los capitalistas donde más les duele. En medio de un clima de antagonismo social que azota nuestra región desde el 18 de octubre, no nos expondremos a salir a las calles a infectarnos con el virus, no por darle el gusto al Estado y a los intereses del capital, sino porque responsablemente anteponemos la integridad y la salud de nuestra clase frente a la real amenaza de esta pandemia.
En medio de este panorama agitamos las siguientes reivindicaciones inmediatas de carácter mínimo: cese total del trabajo productivo en las empresas que no sean vitales para la población, ningún despido producto de la emergencia, mantención de la totalidad del sueldo a todxs lxs trabajadorxs asalariadxs mientras dure la amenaza sanitaria, ingreso básico garantizado para todas las personas cesantes o que trabajen informalmente -cerca del 30% de la clase trabajadora- que satisfaga sus necesidades y las de sus familias, salud gratuita en todo recinto hospitalario público o privado, suspensión inmediata de todo pago de arriendo y cuentas básicas -luz, agua, etc.- mientras permanezca vigente la cuarentena, disposición inmediata y gratuita de todos los stock de medicamentos y elementos básicos que posean las farmacias para contener el Covid-19, así como también los fármacos esenciales para las personas que dependen de ellos para no morir.
Ya estamos hartos de la ansiedad y el terror que nos impone por la fuerza lo lógica inhumana del sistema capitalista. No seremos carne de cañón en sus recintos de explotación.
¡Nadie a trabajar: huelga general!
¡El virus más peligroso es el capitalismo!