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¡La resistencia es vida!
Las “fuerzas del orden” entran disparando a liceos y hospitales, otras protegen monumentos y centros comerciales. En todas partes nuestros hermanos, nuestras hermanas, nuestrxs hijxs y nuestros padres son golpeadxs, gaseadxs con armas químicas, violadxs, desaparecidxs, asesinadxs, encarceladxs y hasta los ojos les arrancan.
Cada unx de nuestrxs muertxs nos llama a la indignación y a la revuelta.
Ahora que ha caído la máscara del poder y observamos sin miedo la naturaleza burocrático-militar de la democracia, el rostro grotesco del clientelismo político, el cinismo de los gerentes de la reorganización social y el terrorismo del Estado mafioso, nos damos cuenta de que solo tenemos una opción: liberarnos de la esclavitud voluntaria y auto-organizar la producción de todos los aspectos de nuestra vida social.
Está organización espontánea ya se está manifestando entre nosotras. Cada día vemos brotar está inteligencia colectiva que no necesita ni del consejo ni de la dirección de ningún tipo de autoridad para moverse con precisión y determinación.
La vemos aparecer en las distintas expresiones de combate y resistencia frente a la represión: grupos de primeros auxilios, grupos de contraataque defensivo, grupos de ayuda psicológica, quienes regalan agua y comida, quienes nos ofrecen refugio en sus casas, quienes se dedican a la parodia política o echan por tierra monumentos y renombran plazas y calles, etc.
Se trata de una nueva forma de vida basada en la solidaridad, la gratuidad y la creatividad que destruye la miseria trabajo asalariado y todas las distancias que nos mantenían separados.
Esta lucha es tenaz y sin concesiones porque lo que está en juego es la propia vida. Nuestros sueños no caben en sus urnas.
Durante mucho tiempo hemos soportado la opresión deshumanizante de la dictadura del dinero. Sistemáticamente fuimos empobrecidos y nos hicieron creer que éramos nada. Pero al despojarnos de toda la basura del sistema productor de mercancías hemos ganado la dignidad y las ganas de luchar. Este levantamiento nos ha mostrado cuál es la verdadera riqueza y abundancia. Hoy aspiramos a todo.
¡Resistencia es vida!