Nota de Hacia la vida: Compartimos esa publicación enviada al correo, y aparéntemente solo digital, de unxs compañerxs de este territorio que firman como Círculo de comunistas esotéricos sobre lo que llaman la revuelta de octubre. Si bien no hemos examinado el documento del todo, en principio no estamos de acuerdo con aquello de referirse a la revuelta como si ésta hubiera acabado, o referirse a la revuelta como si ésta se hubiese quedado en octubre. Si bien el aspecto más salvaje de la revuelta se condenso la primera y parte de la segunda semana a partir del 18 de aquel mes, para quienes estamos en las calles y habitamos este territorio es evidente que esto no ha parado, y que a ratos vuelve a emerger con mucha más fuerza que las primeras manifestaciones de octubre. Las barricadas que suceden esta misma noche por todo el territorio, y particularmente los enfrentamientos en Lo Hermida, Santiago, donde lxs pobladorxs llevan más de 12 horas enfrentándose a la policía además de haber atacado la comisaría local y herido a lo menos seís pacxs, lo confirman. La revuelta ha mutado, pero no ha menguado en absoluto, y no considerar el proceso hasta hoy nos parece un desacierto lamentable de lxs compañerxs. Aun así, nos parece interesante su difusión para su discusión y consideraciones.
Este es un documento para la interpretación de nuestra realidad histórica y política. No es un manifiesto ni menos un programa: no podríamos estar más lejos de ello. Planteamos este documento como un momento desde el cual construir un punto de partida, precisamente porque la realidad a la cual nos enfrentamos nos ofrece el desafío de re-articular, de re-significar lo que han sido los últimos treinta años de práctica política pero desde la teoría.
Pensar desde la teoría como una forma específica de práctica no es restarse de la continuidad de la realidad histórica que nos determina en lo más íntimo de nuestra propia experiencia: es realizarla desde otra vereda. Surge como necesidad porque el desarrollo de esta historia nos ha pasado por encima sin tener el más mínimo argumento que sea capaz de contrarrestarla. Nuestra propia tradición ha sido construida en base a eliminar la argumentación y la capacidad crítica que se inscribe en ella para posicionarse desde puntos de vista morales. Si hemos optado por interpretar nuestro presente es precisamente porque no vamos a ceder en torno a las aspiraciones que aun son posibles para invertir este mundo.
Elaborar teorías es alejarse de la realidad