Enviado al correo e introducido por EVADE CHILE
Compañerxs,
Un grupo de insurgentes de la ciudad de Santiago nos ha hecho llegar un llamado a propósito de la carta que nuestro camarada Raoul Vaneigem escribió sobre la revuelta mundial en curso.
El mensaje es claro: se inicia una nueva fase de lucha por la vida. Las comunidades humanas a lo largo de todo Chile están organizándose para recuperar los territorios usurpados y saqueados por el Estado y los colonizadores que lo precedieron.
Lo que viene es la autogestión generalizada de nuestras necesidades, la destrucción total de las cadenas que nos atan física y espiritualmente a la economía terrorista.
La tierra volverá a vivir y nosotrxs con ella.
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No escucharemos más sermones
Cualquiera que haya pasado por Plaza de la Dignidad los días de protesta sabe qué es lo que defiende la Primera Línea: detrás de la barricada hay un verdadero carnaval. Lo mismo ocurre en todos los territorios recuperados de norte a sur. Ese carnaval anuncia y celebra, con la periodicidad de un ritual iniciático, el brote de vida que el Estado quiere aplastar para obligarnos a volver a su esclavitud.
Quien haya visto la creatividad exuberante de la revuelta sabe cuánto más podríamos hacer si no tuviéramos que invertir buena parte de nuestra energía, integridad física y nuestras propias vidas en defendernos de los pacos y los carceleros que los arrean. Si quisiéramos, podríamos dejar de depender de ellos total y permanentemente.
Esa ola de vitalidad, que se ve en cada acto solidario en los territorios temporalmente recuperados, es la que tiene que arrasar con la inercia mutilante del Estado. Lo que más aterroriza a los mafiosos que lo regentan, es que dejemos de inflar sus arcas con dinero. Nos quieren hacer volver a nuestros puestos de trabajo y de estudio a punta de latigazos, gases, balazos o cañones sónicos (lo que sea que provean los medios tecnológicos de la época). No les importa si llueven las acusaciones mediáticas, si tienen que dar de baja a alguno de sus matones o incluso si tienen que sacrificar públicamente a alguno de sus Capos vía el espectáculo de la justicia, que también es de su propiedad.
“Los dueños de Chile somos nosotros, los dueños del capital y del suelo; lo demás es masa influenciable y vendible; ella no pesa ni como opinión ni como prestigio“, dijo famosamente Eduardo Matte, patriarca de uno de los carteles que controlan Chile.
Lxs muertxs, heridxs, mutiladxs y violadxs de la represión son simples factores de riesgo para sus negocios, daños colaterales de sus empresas. Sobreviviendo en el reino de las estadísticas, lxs trabajadorxs, lxs pobres, lxs rotxs, lxs marginadxs, al morir no somos más que un número en los gráficos de sus noticiarios.
Por eso la Huelga General Permanente es nuestra arma de lucha más eficaz en este momento: ¡la otra cara de esa huelga es la autogestión!
Produciremos nuestras propias vidas en solidaridad y apoyo mutuo.
Pero no tengan dudas, vendrán a derribar la puerta de nuestras casas si es necesario con tal de arrastrarnos de vuelta a nuestra miseria. La democracia les otorga todas las “armas” para hacerlo.
Ahí los estaremos esperando.