Hoy fue el funeral y la última despedida a Mauricio Fredes, el Lambi, compañero participante de la revuelta y de la llamada ‘primera linea’, nombre popular que se le ha dado durante la revuelta a quienes combaten defensiva y ofensivamente a la yuta en cada manifestación, sea en las calles de la periferia o en los centros de las ciudades.

Lambi murió combatiendo en las calles la noche del pasado viernes 27 de diciembre en los alrrededores de Plaza Dignididad.

La política de ‘tolerancia cero’ a cualquier manifestación en el centro de Santiago que determinó el bastardo del intendente Guevara hizo que nuevamente Plaza Dignidad y sus alrrededores estuviese copado de apriximadamente 1.000 pacxs. Se combatió a lxs bartardxs desde el primer momento, hasta que Plaza Dignidad y parte de Alameda fue recuparada por lxs manifestantes. La embestida policial para expulsarnos de la plaza y el uso desatado de proyectiles lacrimógenos provocó el incendio del mítico Cine Arte Alameda, que hasta ese momento funcionaba como centro de asistencia para manifestantes operado por voluntarixs de la salud del SAMU. Una columna negra cubría el cielo y dada la presencia de camiones de bomberos por todo Alameda la policía se vía imposibilitada de arrazar con todo y todxs nuevamente. Pero continuaron disparándonos balas de goma y lacrimógenas al cuerpo en varios focos de enfrentamientos por Alameda, Vicuña Mackena y alrredores. La resistencia  y la ofensiva de la primera linea fue continua y constante, como cada viernes del último mes.

Lambi estuvo entre quienes resistieron hasta caida la noche, e incluso después. El desgaste, la oscuridad de la noche y, dado la hora, el cada vez más bajo número de manifestantes propició una nueva ‘encerrona’ policial, que siempre han tenido el propósito de propagar el pánico y herir a la mayor cantidad de manifestantes posibles. En medio de esa arremetida Lambi cae a una fosa llena de agua, ahogándose. Al parecer, el ataque masivo de lxs pacxs dificultó su escape y socorro. Otrxs dicen que el guanaco continuó apuntando en la dirección en la que se encontraba el compañero accidentado, ahogándolo. Lo cierto es que no se trata de un mero accidente si se cae escapando o evadiendo la brutalidad policial. Nosotrxs y todxs quienes nos manifestamos en las calles, de la forma que sea, sabemos que Lambi murió combatiendo.

Hoy lo acompañaron cientos de personas en su funeral, muchxs de ellxs encapuchadxs y con las indumentarias característias de la primera linea. Afuera del cementerio se produjeron cortes de calles y enfrentamientos con lxs pacxs, probablemente los primeros de esta jornada de año nuevo, que promete ser histórica.

Mientras se redactan estas lineas, en este preciso momento se están congregando nuevamente cientos de personas, que más tarde serán miles, respondiendo al llamado de celebrar el año nuevo y manifestarse nuevamente y por última vez en el año en Plaza Dignidad, la ‘zona cero’ de las manifestaciones en Santiago.

Hasta hace más de dos meses, un mes o algunas semanas atrás no habríamos sabido pronosticar la extensión de la revuelta y hoy, último día de este año, se sigue combatiendo en las calles, tanto como para honrar a nuestro compañero asesinado como para celebrar nuestra lucha y su continuidad.

Recordemos que, así como la familia y amigxs de Lambi, hoy hay cientos de personas que están extrañando a las decenas de caídos desde el inicio de la revuelta, así como a lxs miles de aprisionadxs en las cárceles por el Estado y su política de la prisión preventida indiscriminada a nuestrxs compañerxs que, en el contexto de la revuelta, éste ha considerando como un peligro para su sociedad.

Por Lambi y por todxs nuestrxs muertxs y presxs ¡continuemos en las calles!

¡Libertad a lxs presxs de la revuelta!

¡Hasta que vivir valga la pena!