Covid-19, lucha de clases y el futuro de la revuelta en la región chilena

Covid-19, lucha de clases y el futuro de la revuelta en la región chilena

El 18 de abril se cumplió un mes desde que el gobierno encabezado por Piñera decretaba estado de catástrofe por 90 días a raíz de la propagación del coronavirus entre la población: de esta forma se formalizaba abiertamente, con la excusa de proteger a las personas, la dictadura democrática del capital que había sido expuesta por la revuelta proletaria que comenzó el 18 de octubre. Desde entonces el antagonismo entre la economía capitalista y las necesidades humanas se ha hecho evidente, y millones de personas han podido experimentar en carne propia que, en una sociedad que no está organizada para la satisfacción comunitaria de las necesidades humanas, la propagación de un virus tiene el carácter de una desgracia para la población trabajadora forzada a tener que elegir entre la muerte por virus o la muerte por hambre, entre enfermarse o dejar de pagar el alquiler. El COVID-19 ha venido a profundizar las contradicciones de la vida capitalista, acelerando el proceso de crisis y recesión económica generalizada que se venía gestando desde el año 2008. El coronavirus, de hecho, no es más letal que otras enfermedades, pero su importancia y su efecto en la sociedad capitalista mundial puede ser explicado por el contexto global en que se inserta su aparición. En realidad, el mayor detonador del alto número de muertes y contagiados no es otro que la organización social capitalista, y esto aplica no solo en lo que respecta a este nuevo virus, sino que puede generalizarse a los millones de muertes que cada año se producen en el mundo por enfermedades curables en una sociedad en la cual un rico jamás morirá por tener demasiado dinero, pero un pobre siempre morirá por carecer de él.

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Crisis capitalista, pandemia y el programa de la revolución

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Crisis capitalista, pandemia y el programa de la revolución

 

«El mismo Marx señaló que el sistema abstracto del desarrollo capitalista no bastaba para hacer ninguna predicción acerca del mundo real. Todas las crisis en el capitalismo deben ser explicadas a partir de las condiciones dadas, empíricas, “a partir del movimiento real de la producción, de la competencia y del crédito capitalista”. El análisis en términos del concepto de valor del desarrollo capitalista postula “la posibilidad de crisis por una simple consideración de la naturaleza general del Capital, sin considerar las relaciones reales y adicionales que forman las condiciones del proceso de producción real”».
(
Paul Mattick, “Marx y Keynes”, 1969)

 

El movimiento actual de la sociedad en general (hablamos del mundo entero) tiende a una descomposición de las tradicionales formas de dominación burguesa.
La paz social auspiciada por el crédito y el consumo de las últimas décadas hace tiempo que se ha visto quebrantada; el proletariado en distintas partes del globo ha ido accionando con fuerzas y debilidades, manifestándose en contra de sus condiciones de explotación, miseria y exclusión.

[…] La descomposición social del capitalismo llevará necesariamente a un enfrentamiento entre el proletariado y el Estado.
[…] Esta re-estructuración capitalista (que lleva a una movilización de todas las capas de la sociedad) siempre se hace a costa del proletariado y éste por débil que sea subjetivamente en su fase actual, no lo dejará sin pelear en defensa de sus vidas”.
(Periódico ‘Anarquía y Comunismo’ Nº3, “La vieja y olvidada lucha de clases”, 2015)

 

Al parecer, la crisis capitalista comienza por fin a reventar. Lo trágico para nosotrxs, es que revienta en nuestras caras. Y es que, si bien la crisis era una especie de lugar común para lxs entendidxs en economía capitalista que solo confirmaba la existencia de sus propios límites y su estado de descomposición, hoy se nos presenta sobrepasando cualquier lección que se pudiera sacar de sus manuales, haciendo a todo el mundo cuestionarse sobre su propia época histórica ¿será una crisis pasajera o será acaso el principio del fin? ¿Podrá la humanidad sobreponerse a los números económicos e imponer sus necesidades, o se prestará nuevamente como carne de cañón para la reestructuración del mercado? Continue reading

Diarios de cuarentena / 31 de marzo al 4 de abril [2&3DORM]

Piñera sentado en Plaza Dignidad . El control sobre el centro de la ciudad ha sido recuperado plenamente por el Estado en el contexto de pandemia, y los enemigos declarados de la revuelta comenzada en octubre se pasean triunfantes en el lugar desde el cual cientos de miles de proletarxs procuraron durante meses su derrota.

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Los viejos creyentes no quieren permitirle a nadie que elija la vida que desea llevar, quieren que vosotros trabajéis para ellos y estéis contentos con la fe que os inculcan los doctores

Luther Blisset, Q

La crisis es total. El desenvolvimiento de la pandemia no deja dudas sobre el desmoronamiento uno a uno de los pilares que sostenían el viejo edificio de la separación. En el naufragio, las coacciones que imponía la civilización mercantil son puestas en cuestión por la propia realidad que de pronto aparece desprendiéndose de sus cualidades intercambiables, las apariencias de lo vivo. Se abre una brecha donde caben otros mundos posibles. Solo la apropiación de estas condiciones podrá acabar con la guerra social del capital. Es en la vida cotidiana, y no en el plano económico o político, donde, en última instancia se juegan nuestras posibilidades contra la decadencia civilizatoria. Lo humano no proviene de la máquina, sino del corazón.

 

31 de marzo/ La cura no puede ser peor que la enfermedad

 

Cuando Jacques Camatte habla del retorno de lo reprimido[1], el carácter psicoanalítico de su observación lo hace coincidir plenamente con Fritz Perls cuando afirma: “Nuestro fin es reestablecer —por medio de la concentración— las funciones del Ego, diluir la rigidez del “cuerpo” y el Ego petrificado, el «carácter». Este desarrollo debe moverse al principio en la dirección de una regresión. Queremos detener el progreso de una neurosis y de la osificación caracterológica y, al mismo tiempo, regresar a los niveles biológicos de nuestra existencia. Cuando más lejos estamos de nuestro ser biológico durante las horas de trabajo, más urgentes resultan las vacaciones. Todos necesitamos —al menos ocasionalmente— un respiro de la tensión que la profesión y la sociedad nos imponen, una regresión hacia nuestro ser natural. Todas las noches volvemos a ese estado animal y en los fines de semana volvemos a la «naturaleza»”[2].

Con todo lo difuso que resulta el concepto de naturaleza para el individuo civilizado, es evidente para la mayoría que en nuestra época la naturaleza pasó de ser una entidad en simbiosis con el humano (Ñuke Mapu en lengua mapdungundún), a un bien público[3], para terminar rápidamente transformándose en una escasa y cotizada mercancía. El metro cuadrado de bosque nativo cada día que pasa tiene un precio más “competitivo”, así como los “estándares mínimos de habitabilidad” para los asentamientos urbanos son cada vez más precarios[4]:

La escasez de espacio tiene un carácter socioeconómico bien definido; no se observa ni manifiesta sino en áreas concretas: en la proximidad de los centros. Los centros se mantienen en las centralidades históricamente constituidas, las ciudades antiguas, o se establecen fuera de ellas, en las ciudades nuevas.[5]

Aunque Henri Lefebvre hizo este comentario casi medio siglo atrás refiriendo a un proceso que ya estaba en curso hace tiempo, hoy resulta más evidente que nunca. La respuesta orquestada contra la pandemia ha vuelto excesivamente escaso el espacio en los centros de todo el mundo. Todo está ocupado por el Estado, por sus fuerzas armadas, su burocracia, etc. Esta ocupación tiene un carácter doble: en su cruzada sanitaria los gobiernos deben llevar acabo sus actos mercenarios, sin dejar de verbalizarlos como una santa salvación. El confinamiento que implica esta estrategia de ocupación ya está empezando a cobrar víctimas alrededor de todo el mundo. Al mismo tiempo, la manera en la que se desarrolla esta situación nos hace temer, con toda propiedad, la posibilidad de que los salvoconductos para salir de casa se transformen en la norma. And apes-ma, your cage isn’t getting any bigger, apes-ma[6]. Continue reading

Un esfuerzo más si no queremos ser desgraciados

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Un esfuerzo más si no queremos ser desgraciados

 

El empresariado chileno bajo la consigna de una supuesta preocupación y acompañamiento en momento de crisis, ha mostrado su faceta “solidaria” realizando una “colecta” (1) a lo largo del país, que reunió la astronómica cifra de $50.000.000.000, que será destinada a comprar “implementos de salud, test de diagnósticos, equipamiento y otros instrumentos médicos que sean necesarios”. Los mismos que durante los primeros días de propagación del virus, ante la preocupación por parte de la mayoría de los trabajadores y trabajadoras de contagiarse con el COVID-19, se dedicaban a llamar a la clase trabajadora a la calma, acusándola de paranoica, afirmando que si se paraba la producción durante un par de semanas desaparecería Chile como país: tal y como estaba inscrito en los campos de concentración nazis nos hacían creer que “el trabajo nos liberaría” (2). Ahora estas mismas personas se muestran “solidarios”.

I

Aquellos que no tuvieron ni preocupación ni empatía con las y los trabajadores despedidos en plena crisis, nos invitan a que seamos comprensivos con su accionar, porque “todo el planeta se encuentra en crisis económica”. Recordemos que para el Capital las crisis son procesos de cambios o regeneración, no de fallecimiento, por ende, la burguesía jamás perderá. Es mas fácil declararse en quiebra para ellos y hacer los clásicos juegos que realizan: comprar empresas quebradas y reactivarlas, o evadir el pago de impuestos: Piñera sí que sabe de eso (3).

II

[Fragmento de una entrevista realizada a un trabajador que espera en la fila para cobrar su seguro de cesantía] (4) Entrevistador: “¿Qué le dijeron? ¿Por qué quedó cesante usted?” Trabajador: “Nos dijeron que por precaución por las cuestiones que se venían con el problema del coronavirus. Que íbamos a estar en contacto, que nos iban a estar llamando, puede ser una semana, como dos semanas… pero así estamos. Salimos todos con finiquito, todos finiquitados”.

III

A nivel país, se ha tomado la determinación de que los empleadores pueden no pagar los salarios a las y los trabajadores que no puedan trabajar debido a la emergencia sanitaria (5). Esto invita una vez más, al empresariado a realizar juegos y tácticas para su beneficio. El dictamen 1283 / 006 (6) en donde “respecto de los trabajadores que, con ocasión de dicha orden de autoridad o toque, NO INGRESARON a prestar servicios, corresponde concluir que no habiendo estado a disposición del empleador, éste NO SE ENCUENTRA OBLIGADO AL PAGO de las respectivas remuneraciones”. Si el trabajador por problemas de sanitización de la empresa misma o ante una futura catástrofe no puede concurrir a trabajar, el empleador no está obligado a pagar su sueldo. Una vez más, los patrones se salen con la suya.

IV

La empatía no se la pediremos a quienes son capaces de propagar el virus sin ningún tapujo ni resquemor (7). Son los empresarios y el resto de su clase social, quienes, ante el peligro de contagio, realizan su vida como si nada pasara, contagiando a las y los trabajadores: para ellos es una simple enfermedad, para nosotras y nosotros, puede ser una condena a muerte, pues contamos con un sistema de salud que se preocupa solo por el dinero.

V

Invitamos a todas y todos los trabajadores a estar atentos a como la patronal actuará post Teletón, pues para ellos el lavado de imagen es primordial durante este momento. Sabemos que ellos no “dan puntada sin hilo”.

VI

Invitamos a todas y todos a tener gestos solidarios dentro de los núcleos cercanos. Si bien sabemos que la vida cotidiana no es pacífica -sobre todo cuando se vive en poblaciones- podemos tener actos de amor y lucha: preocuparse por las vecinas y vecinos adultos mayores, solidarizar con las personas en situación de calle, brindando ayuda a quien la necesite dentro de las posibilidades que tengamos. Sabemos que las medidas de cuidado deben existir y las debemos tomar, pero sin olvidarnos de quienes están más “desamparados” en nuestra clase.

VII

Que la solidaridad sea un arma. No olvidar.

 

Comunidad de desempleadxs

 

NOTAS:

(1) https://www.youtube.com/watch?v=zSFE2v4xo08

(2) Esta consigna o lema se encontraba en la entrada de los campos de concentración nazis, en Auschwitz 1 se podía leer: “Arbeit macht frei” (El trabajo te libera)

(3) https://ciperchile.cl/2017/03/17/las-empresas-zombis-que-compro-pinera-para-ahorrar millones-en-impuestos/

https://www.eldesconcierto.cl/2017/03/17/revelan-como-pinera-compro-empresas-quebradas-para-ocultar-utilidades-y-ahorrar-impuestos/

https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2017/11/13/pinera-vuelve-a-justificar-compra-de-empresas-zombies-acusan-maniobra-para-perjudicarlo.shtml

Lo que Sebastián Piñera quiere ocultar de las llamadas «empresas zombies»

(4) https://www.youtube.com/watch?v=NzTQnVqYrbk

(5) https://www.youtube.com/watch?v=2JBXOknW6S4

(6) https://www.dt.gob.cl/legislacion/1624/articles-118468_recurso_pdf.pdf

(7) https://www.youtube.com/watch?v=ILIlUOITqvE

https://www.eldesconcierto.cl/2020/03/16/infectado-con-coronavirus-que-llevo-enfermedad-a-temuco-dice-haber-sido-notificado-positivo-durante-el-vuelo/